No pasa sólo con las minas, a ellos también les encanta que le hagas el chamullo. Se comen el cuento de relaciones perfectas que les venden en los medios. No quieren transitar por las espinas y desconocen que es la única forma después de llegar a la rosa.
Les prometo llenarles cada mañana la cara de sonrisas, pero ni bien les decís de donde sos o todo lo que te conforma, los muy idiotas corren como avestruzes.
Que se jodan entonces si se dejan chamullar y después les rompo el corazón, antes de que ellos me lo desarmen a mí.
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