Hablamos de lectores complejos en este 7 de junio, día del periodista, porque como John Stuart Mill, creemos desde este espacio de Internet que “revelar al mundo algo que le interesa profundamente y que hasta entonces ignoraba, demostrarle que ha sido engañado en algún punto vital para sus intereses temporales o espirituales, es el mayor servicio que un ser humano puede prestar a sus semejantes”.
Los lectores que buscan los periodistas actuales son aquellos que no se conforman con la recepción pasiva de un mensaje; sino que indagan, contrastan, comparan, evalúan y extraen sus propias conclusiones. Es decir, acceden a un tipo de conocimiento distinto al que le ofrecen en cada uno de los medios de la ciudad y de la provincia. El receptor complejo es el que se aproxima a los medios con la exigencia de encontrar no sólo información sino significados.
Mar de Fontcuberta describió hace unos años en uno de sus libros ese tipo de lectores que aspiramos tener los periodistas. Explicaba que “ese lector reflexivo, abierto y crítico no se inventa de la noche a la mañana. El ciudadano que es capaz de seleccionar fuentes y en medios distintos y plurales la información que necesita para opinar y actuar; que no le teme a las explicaciones contradictorias ni a los puntos de vista distintos sobre un mismo acontecimiento; que enfrenta la incertidumbre como un incentivo para continuar la búsqueda de la verdad/verdades de los hechos, es fruto de una formación, pero también de una actitud ante la vida: la de aprendiz permanente”.
Un buen periodismo necesita de la interacción con un receptor competente para tener calidad, y es por eso que existe un periodismo de referencia pero también un lector de referencia para nosotros. Ese que valora las selecciones de noticias que se hacen; la creatividad de los titulares y entiende la necesidad de que se publiquen todos los comentarios, incluso en donde nos insultan a nosotros.
Desde este medio, intentamos hacer un periodismo abierto y participativo, donde haya reporteros haciendo hincapié en las historias locales, ciudadanos comunes que colaboren con los periodistas compartiéndoles noticias por la vía del teléfono, redes sociales en las que se hable de todos y de todo. Donde nadie se calla. Donde todos quieran expresarse, contar sus ideas, debatir.
Así entendemos el periodismo en Concordia.
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